Tela de araña

Grabado de Miquel Barceló
Entre lo liviano y lo pesado, un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña. El viejo truco de la ficción y la realidad. Liviano es el amor y desearse felicidad. Pesado es volver a casa después del curro y contemplar el pote de lentejas. Me lo confirma Manolo, que preside el bar donde tomo el mejor café del mundo, solo algunos días y  a la hora del recreo. Dice que de un tiempo a este parte ya no se echan a crecer súbitas flores o pequeños olivos de los charquitos de cerveza. Ni un pinito de un copito de masa de croissant. La gente está triste e irritada. La primavera hace lo suyo, pero todavía no se ven los resultados. Cuando Manolo friega la barra para cerrar el chiringo, solo tira deshechos y nada más. Ningún milagro, árido mármol  Yo le digo a Manolo que el paso siguiente a la depresión generalizada es la reacción que lleva a la acción y me sirve un café medio corto, medio largo.  
Leo en el periódico que un poeta columnista se va porqué en el estado en que él ve las cosas no podrá contribuirá a cambiar nada. Se despide del columnismo. Ojalá lo hubiera hecho mucho antes. A esto se le llama cobardía. Cuando todo está tan liado mejor callarse. La araña teme que el elefante se le caiga encima. La vieja historia entre lo real y lo fictício. Los que en tiempos de bonanza marcaban paquete se van por el foro. En tiempos aciagos no dan premios ni medallas. No hay tiempo para el boato. Sueño en que todos se piren, pero no es así. Ved La Noria ( no lo veaís) ¿Es posible que alguien con un par de dedos de frente se preste a sentarse en la mesa de los dos odios para agrandar el miedo, la ignorancia y balancerse sobre la tela de la araña? Mi inquina hacia este programa no tiene fín.
Todavía no he salido del bar, escribiendo este post en un cuaderno, cuando entra una chica saltarina muy perfumada y se lanza al cuello de su amado. Se que cuando me levante para pagar, Manolo me mostrará una florecita sobre el mostrador. La que ha crecido sobre el agua vertida por los amantes. Entre lo liviano y lo liviano, el estudio por escribir sobre la larga e intensa vida de la naturaleza creciendo en las barras de los bares. El delirio entre ficción y la realidad murió el siglo pasado. Lo terrible es no conocer el propio límite entre araña o elefante.  Feliz lo que queda de lunes.

1 comentario:

Gianni dijo...

tienes un gran don, escribes con gracia.
Brava!
Gianni