Dentro y fuera

 
Cuando era mas niña, mi  niña, jugaba a Theme Hospital ( en la imagen) Era un hospital delirante, donde había plaga de ratas y los pacientes sufrían grandes inflamaciones de cabeza. A mi madre le hacía mucha gracia el juego. Ayer, como siempre que puedo, fui a visitarla  al hospital donde vive desde hace mas de tres años. El tipo de seguridad de fin de semana era nuevo y no me conocía, de modo que me saludó. Su última frase fue: "¿Tiene a alguien aquí adentro?" La pregunta me pilló de través, de modo que me hice la sorda y me largué a lo mío. 
¿A quién tiene aquí dentro? ¿Que es lo que tiene aquí dentro? ¿Cuantas cosas tengo ahí dentro? ¿Las cosas de dentro salen a fuera? ¿Cuál es el límite entre el dentro y el  fuera? Mi madre me esperaba, como siempre, sonriente. Nos pusimos al día. Lo que al principio de su terrible accidente parecía lo mas insoportable; que pudiera perder la capacidad para comunicarse; al fin, no ha sido tan grave. Tiene "otra" capacidad para comunicarse y entre nosotras la comunicación fluye. Es un coser y cantar. La puse al día de los temas semanales  y ella a mí. La inundé de revistas y chocolate sin azúcar, pero ay, me cayó un libro del bolso. Me había prohibido llevar libros hasta su habitación: !Si pudiera leer! suspira muy a menudo. Puede con los titulares y poco más. Cuando lee la palabra "Estatut" en la portada de un diario, me espeta: ¿Encara estant així?
Un día, cuando aún no medía bien su dolor y el mío ante ella y tuve que reinventarme en según que cosas, del mismo modo que ella se ha reinventado para mí, le dije que había salido una nueva novela de Josefina Aldecoa. A mi madre le gusta mucho esta escritora, quizás por eso yo no la he leído nunca: "Cualquier día, cualquier fin de semana en casa de mi madre..." Aquellos fines de semana que preveía han llegado sin libros de Aldecoa. El caso es que cuando le dije a mi madre lo de la nueva novela de la madrileña, dejó caer unas lágrimas. Un dolor muy bestia. La abracé muy fuerte. 
Cuando salí, aún estaba el mismo segurata. Se me acercó y me pidió disculpas: "Quería preguntarle si tenía algún familiar en el hospital. No pretendía ofenderla. Me lo hubiera comido a besos. Le dije que la irritable había sido yo y hablamos hasta que me instó a salir corriendo a la parada del bus, donde ya estaba llegando el vehículo. Sentada en el asiento del transporte público (para promocionar su uso  están haciendo una publicidad apocalíptica pre- heroica (SALVA EL PLANETA! Usa el bus y  CONTRIBUIRÁS a bajar las emisiones de CO2) pensé cual es la diferencia entre estar dentro y fuera. La comunicación, la interacción, el mundo interior que fecundan los libros, las conversaciones y la vida, procuran un fuera aunque estés dentro. Por eso voy a informarme sobre cómo conseguir un lector a horas para mi madre, que echa de menos lo que nos inculcó a mi  y a mi hermano desde muy chicos; el amor a la literatura. De momento, su natural alegre, lo que ha vivido, lo que ha leído y lo que ha amado es lo que la permite salir afuera estando dentro. En la próxima visita le cuento lo de la publicidad para la promo de los transportes públicos: SALVA EL PLANETA, hombre. Tú puedes hacerlo....) Se creen que somos tontos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

soc l'anòmina en nòmina, la marujette. m'agrada molt lo diferent que és es el teu blog, i lo semblant a tu. noia, estàs plena de gloria

Anónimo dijo...

Me gusta mucho lo que escribes ¿Para cuando una novela?

Desde Santander con amor

Rostand