Manzanas podridas ( soliloquio)

Obra de la Plataforma Inoxidable-Neo-Pop

Hoy es día de huelga,-más bien poca; pero huelga al fin, de algunos servicios públicos. El pueblo está podrido y muy cabreado, pero el cabreo los atora. Nos atora. Cada uno da las zancadas que debe dar para garantizarse su propia andadura, pero el camino del otro se la trae al pairo. Mira que la naturaleza nos los dice y nos lo dice. Cuando un volcán termina de vomitar, cuando el suelo deja de temblar; después del zarandeo y del dolor que provoca, sólo se oye una frase: LA SOLIDARIDAD ES LO ÚNICO QUE OS QUEDA, TONTOS MAS QUE TONTOS. Ni así. No hay manera
Claro que el poder está infinitamente más podrido que el pueblo y tanta podredumbre marea y crea impotencia. Falta alguien que vaya pegando pegatinas en la frente de los que nos dañan. Una pegatina que ponga; MAMÓN. O mejor una que no insulte. Hay cosas que hay que decirlas mirando a los ojos. Bastaría una pegatina con una simple X. Para que nadie se confunda: Equís y ya está.
Las manzanas podridas hay que tirarlas a la basura. Se te pudre un melocotón en el fondo del frutero y aunque siga luciendo muy bonito, al poco, se pudrirán todos. Me parece ( me ha venido como un flash) que esto lo dijo Jesús ( el del dios cristiano) Lo sé porque me pimplé el catecismo como una loca sólo por poder hacer la comunión con mi hermano. Tenía seis años y me creía santa. La megalomanía me duró poco pero fue fértil. De hecho duró hasta el mismo día en que engullí el sacramento, pero luego me dio por bajar por un tobogán vestida de fraile blanco y tuve que soportar la incomprensión adulta. No venía a hablar de mí. He entrado para hablar de las manzanas podridas. Hay amigos, personas a las que quieres mucho en un momento dado, pero luego se pudren al final del frutero. En estos casos duele mas la vanidad ¿Cómo pude perder mi tiempo con alguien que me merecía tan poco? que la propia traición del otro. Ya he dicho que no soy santa. Menos aún. Hay cosas que no las puedo sostener con el amor. Demasiado para mis manos, de frágiles y laxos huesos. Me pregunto que harán los otros con aquello que les damos y no se merecen. Que se apañen solitos, sólo faltaría que uno/a tuviera que solucionar el problema a la cobardía ajena.
Los manzanas podridas personales y las manzanas podridas del mundo son, al fin, lo que nos atora. Pensar que lo que vamos a hacer no sirve para nada. Que si nos damos otra vez como aquella vez y la otra y la otra, -tarde o temprano-, nos pegaran una patada en el culo. Esto es paranoia y es mentira. Siempre hay alguien que te da más de lo que pides e incluso mereces. Y siempre hay huelgas, -por mínimas que sean- en la que los bravos van plantado semillitas para una libertad que se vislumbra muy, pero que muy lejos, aunque vamos avanzando...

1 comentario:

Sherezade dijo...

Hola Magda: Tienes toda la razón, no se puede decir más alto ni más claro. Y, querámoslo o no, la verdad sólo tiene un camino. Aquel por que deberíamos de circular sin prisa pero sin pausa. Quizá solamente logremos cambiar nuestra parcela pero, aunque suene a tópico, menos da una piedra. Avanti pues, y que los dioses, incluido el del Catecismo (que yo también estudié aunque tardé más tiempo en despertar) repartan suerte. Que tengas un buen día.