Nazario, Zola, Chesapick, Lapido, la hija de Madonna y la tonteria de la ignorancia

                                                                         Obra de Nazario


Esta que voy a escribir es la entrada número 546 de este humilde blog que empezó como un divertimento y sigue cómo tal, entre otras muchas cosas que no voy a contar, aunque sólo sea para salvaguardar la humildad que le acabo de adjudicar.
Dicen que los novelistas siempre escriben la misma novela y me pregunto si los blogeros siempre escribimos la misma entrada. La pregunta la formulo desde un punto de vista literal, no de contenido, ni de esencias, ni de excesos o defectos de levadura para hornear la "magdalena prusiana" personal. Veréis:
Hasta hace apenas diez años, todavía podía buscar libros de mi biblioteca y de las ajenas, recordando la editorial en la que publicaba cada autor. Podía tener algún desliz, pero el coco me iba cómo un rayo ¿Fante? Anagrama, y así hasta diez mil. Al menos. Lo mismo me ocurría con los discos: "¿Prince?: "Warner." Incluso recordaba las editoras independientes y sus fichajes. Lo agrupaba de un modo natural, sin vocación de bibliotecaria ni de fonotecaria. Y todavía lo recuerdo.
El caso es que ahora ya no me pasa y es por dos razones. Una, la mas importante, es que el acceso a la cultura, a comprar y comprar libros y discos, se ha visto gravemente mermado por el marrón social que estamos viviendo y que me afecta directamente.
La otra razón es mucho más lozana, y se debe a la gran cantidad de editoriales, distribuidoras de discos, emplazamientos en la red, etc... que van proliferando.
Vamos, que me he ido quedando atrás. Tanto es así que el viernes noche, y a raíz de este tema, pasé un buen susto, un azoramiento de mí para mí, pero bueno, ya es mucho...
Estaba a punto de salir de casa del gran, grandioso Nazario ( adonde había ido corriendo, para pegarle la bronca, desde el Col.legi de Periodistes; lugar donde me había emplazado a través de mail, para la presentación de un libro de nombre "El burka cómo excusa", que se ve que está muy bien) y cuando llegué al Col.legi no había nadie.
Todo el mundo sabe que Nazario vive en la Plaza Real, así que hice el camino de bajada a grandes zancadas, pero la cuestión grave, comenzó cuando ya estaba a punto de irme, no sin antes hace, de la mano de mi anfitrión, varias paradas; cómo de procesión amistosa davidosa.
Con el abrigo ya puesto, me emplazó a ver las fotos que´le había hecho a un amigo suyo, modelo, negrazo, divino, que a la sazón estaba en el altillo (ya le había calado, pero en casa de los Sres. Luque Molina, nunca sabes si lo que ves es arte detenido o alguien o algo que se les ha escapado de algún cuadro o escultura; arte en movimiento)
Las fotos eran bellísimas y el modelazo estaba pasando unos días en casa de sus amigos porque tenía gripe y había que cuidarle. Nazario me dejó muy claro que no era maricón ( el negrazo) pero ya tenía novia. Me lo dijo muy capaz, administrándome en un tris, una dosis de bromuro "mujeril" en vena.
La siguiente parada fue delante de unos riquisimos buñuelos de bacalao; también obra de Nazario (que zampé) y un plato pakistaní que no zampé porque no era cuestión de poner la mesa, mientras que la última parada fue en el recibidor, donde el artistazo acostumbra a tener libros que ya ha leído y regala a los amigos. Me dió a escoger entre La Copa Dorada de James, que ya he leído, otro que no recuerdo y Lourdes, de Zola.
¿Lourdes? ¿Zola? El vacío era grave, No tenía ni idea de que existiera tal obra de Zola, al que he leído y disfrutado mucho, hasta en aquél libro de la apertura de los promeros grandes almacenes parisinos en el que parece que no pasa nada y es la semilla del mal que ahora vivimos. Miré la editorial: Cabaret Voltaire. Ni idea. ¿Lourdes? ¿El nombre de una heroína? ¿Cómo me había pasado desapercibida aquella obra? Me sentí muy burra.
Pensé que era poco probable que Zola hubiera escrito, anticipándose, la biografía de la hija de Madonna que es la única Lourdes mediática que me vino a la cabeza.
¿Y si era al revés? ¿Y si era que Lourdes, la hija de Madonna, había escrito una biografía sobre Zola? La cosa resultaba poco probable.
Me fui de su casa sintiéndome un membrillo de esos que Nazario tiene en el cesto de la fruta de su mesa de trabajo ¿O era un cuadro?
Después de bajar las escaleras, escondida bajo el letrero que hace saber al mundo que ahí vivió santa Ocaña, leí la contra portada del libro. !Lourdes hacía referencia al santuario! !Y yo que me hago la chula creyendo que hay clásicos, cómo el mismísimo Zola, al que le he leído bastante y se me había pasado una obra definitiva, teniendo en cuenta lo que rezaba la contra!
Bueno, no era para sacar el látigo, pero ya tenía una buena razón para entender porqué a Vila-Matas no le veo desde el Bikini y porque con Ana María Moix, nos emplazamos a vernos a través del face, pero no nos vemos nunca.
En el Glaciar de la Plaza Real me encontré con Nore, cuyo sello discográfico; Chesapik, dará mucho de que hablar y escuchar.
Nore me invitó a ver a José Ignacio Lapido, que actuaba en el Sidecar. Adoro a Lapido, sus textos y su maestría la componer. Lo adoro desde los 091 que era uno de mis grupos preferidos en los ochenta. Saludé a un músico conocido de la nueva hornada, que quería entrar al concierto que estaba a petar, y me preguntó por el libro que sostenía. Lo sostuvo en sus manos, leyó algo en la penumbra y dijo: "Anda!, Cabaret Voltaire! !Me gustan mucho!"
No le corregí. Todo el mundo sabe que Cabaret Voltaire no es sólo el nombre de una editorial pero algunos no saben que antes de la editorial y de su nacimiento, se lo agenció una muy buena banda. El tipo tenía razón. Me sentí un poco menos ignorante y fui a disfrutar de Lapido, olvidándome de Zola.
Con la tontería de la ignorancia, al menos he pasado unos días sin pensar en cosas que no tienen remedio.
La cuestión, es que sabiéndome gruyere, donde antes me había sentido plena, llegué a preguntarme si los blogueros, como los novelistas con sus novelas, siempre escribimos el mismo post.
La pregunta, ya lo he dicho antes, es literal. Y la respuesta, en mi caso, es que sí, que muchas veces debo escribir el mismo post, mas que nada porque ya empiezo a olvidar lo que he escrito unos días antes.
Así que desde hoy aceptaré pataletas y devoluciones, pero no iré a Lourdes a pasar la ITV del milagro, aunque para hacer frente a la crisis bien podría escribir la biografía de la hija de Madonna, que ya tiene catorce añazos vividos.
No la firmaría yo, la haría de negra, y a lo mejor así podría emparentar con el modelazo del Nazario si es que le deja la novia o me deja él mismo. Podríamos unirnos en el centro de la Plaza Real de Barcelona con banda sonora de Lapido y con Nazario filmándonos desde su ventana. Y que nos viera Zola desde otro balcón, a través de su monóculo....
Bueno, lo dejo porque estoy entrando en terreno de arenas húmedas y movedizas, que son un divertimento, pero no para el blog.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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