Semejantes


Como la sociedad actual, echaste a andar y chocaste sin precaución, muy vulnerable. Hoy pueden pegarte un puñetazo en la boca del estómago que no te doblegarás. No ante él. Conoces la vulnerabilidad y la seguridad; el doble filo, la atención y el pensamiento anticipado.
Chocaste contra las esquinas y las personas. Las beatas también erosionan con sus rezos los pies de cristos de escayola. La escayola se funde en el milagro de los panes y los peces, se confunde con la harina y se desmigaja en bocas hambrientas, que acaban por vomitar caridad, caricias y cicuta.
Huir está muy aceptado, pero los daños no pasan, o no cómo pasa el tiempo en el surco de paz de las arrugas. No es un mantra, es una lástima que él siga huyendo.
Tú, tras sus pasos, has perdido muchas horas. Ahora, detenida, dices que no sabes si le amas o le odias. La atracción es el conflicto que destila. Todo el rato le maldices y te maldices.
El amor quedó intacto. Intacto a pesar de la confianza diezmada, a pesar del bandoneón sin portal, de la luz de la risa que se convierte en electricidad y alumbra una bombilla debajo de la cual alguien lee algo sobre cómo soportar la crisis y mantener la dignidad.
En lo que va de lo social a lo personal, el amor siempre queda intacto, porque al amor no le corresponde recuperar confianzas, ni risas, ni músculo, ni tango. Este trabajo pertenece a los amantes y a los ciudadanos. El amor arde, se esconde, va y vuelve. Tiene vida propia, la razón no lo hiere, sólo lo disgusta.
Ya no sabes dónde vive, ni cual es su número de teléfono. La prudencia es necesaria. Y cierto olvido. Olvidar su calle para mantener intacto el amor, olvidar sus gestos babel y clavar la bandera blanca de la paz en cualquier parte, por si un día la ve y llega a pensar que va por él, el vuelo de una sábana al viento.
No te haces ilusiones. Eres mucho más lista que él, emocionalmente hablando. Él parece mas femenino. Una experiencia subjetiva. A él le astillaron y a tí te dieron masajes de crema de cacao en las rodillas.
No pierdes cuidado, también sabes afilar las uñas, pero sigues prefiriendo cierta salud mental y el amor intacto. Una lealtad de terruño, asfalto y hondura muy grande la tuya. Las cosas claras y el chocolate negro. ¿Para qué vivir si no para amar en todos los ámbitos? Amar y odiar. Díselo a Lennon y al viejo Dalí: "Si dedicamos una semana a la paz, deberíamos dedicar una a la guerra.", le dijo el bigotes dólar al músico de Liverpool.
Lennon mandó a bailar sardanas al tipo de Figueres. Luego compuso Imagine. Imagínate cómo van las cosas de a dos. A veces lo charlamos.
En lo social pasa lo mismo, tienes todos los motivos para creer en A o creer en B. Los motivos están expuestos en los escaparates. Luego hace falta saber si los motivos te sirven, si los sientes ( un guante que entra hasta el codo de la gran Rita Hayworth).
No ha sido tu mejor amante, ni quien más te ha querido, ni a quien más has amado, pero te agrada mucho; la semejanza y lo irreconciliable.
Al principio del despareamiento le echaste mucho de más. Te comía las horas y no te daba espacio para el deseo y la vuelta a empezar. Los amigos te lo decíamos. Brujas y magos con inconvenientes gritábamos: "Esto va a acabar muy mal."
Tú ibas confundiendo pan con profiteroles y él no quiso leer entre líneas el libro que le regalaste.
Quién inventó las minutas de los restaurantes sabía que tipo de jerarquía es la mejor para no llegar al hartazgo en una sola toma. Hoy le echas de menos.
Las canciones no te ayudan a olvidarlo, e incluso cuando le maldices, no puedes dejar de dibujar una sonrisa.
No sabes cómo astillarte para comprenderle. Y aunque digas que no te apetece, te veo alzar la copa por él y brindar, esperando que el airecillo tibio de tu gesto le llegue a rozar el cogote y se acuerde de si mismo, de hacer la vertical y sacudirse patas abajo.
Mucho más tarde de tan arduo ejercicio llegarías tu y le darías a escoger entre el profiterol y el pan.
Quieres saber si le llega tu botella de náufrago, ésta luz oblicua, el amor intacto. Quieres saber si le llega el mensaje y el manifiesto para la huelga de pasado mañana, jueves. Hay almas grandes y gente más complicada que él, pero nunca habíamos conocido una sociedad más alterada que ésta; la que choca sin precaución, la vulnerable.
Quieres saber si le llegan las ganas de luchar y la tranquilidad de los regresos fáciles.





2 comentarios:

Txema Anguera dijo...

he disfrutat, com una mala bèstia llegin-te !!!
petons

Anónimo dijo...

recorcholis.Girondo te bendice.


Oliver