
Este reloj que va al revés es una
marramachada. O a mí me lo parece. Y más
maramachada me parece porque se está vendiendo mucho. Y no es barato.
¿Acaso es una de las piezas por las que la familia nuclear se tira al ahorro, y una vez atesorado, lo compra para demostrar una transgresión y originalidad que destacará por sobre los muebles de
Ikea?
Ikea es al capitalismo democrático lo que la única tienda del régimen comunista al comunismo ( aplicado a como se ha aplicado hasta estos momentos de la historia) De modo que el capitalismo democrático es al comunismo, lo que yo a las palabras de mi blog.
Llevo todo el día
tirada en el sofá,
reponiéndome del
larguiiiiiiiiiiiisimo fin de semana, para mañana volver a empuñar la hoz.
He estado leyendo unos cuentos de
Nadine Gordime: "
Beethoven tenía algo de negro", editados por
Bruguera. Me he detenido en un
párrafo donde la premio
Nobel habla de cuanto tenemos asimilada la contemplación del sufrimiento ajeno. A mayor horror, mayor aceptación.
¿Si tuviera un reloj que va al revés en cada uno de los rincones del lugar donde vivo,
creéis que
terminarían por gustarme?
Yo no lo creo.
1 comentario:
m´agrada molt aquest bloc. Dedica-t´hi cinc minuts més hi ja serà la peraaaaaaa
Petons
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