La foto es de Alberto García-Alix. La he encontrado en un parón entre mi trabajo en un documento de work y el rato del recreo.

!La una de la madrugada y aún debo de escribir un poco más, pero no aquí, en el otro documento...!

Ciertamente, cuando de escribir se trata, me cuesta mucho diferenciar recreo de trabajo. Y en el blog, como en el diario adolescente, adolezco de formas y no me preocupo. Vamos, que sólo me ocupo.

La foto de García-Alix me gusta. Había otras. He escogido ésta. ¿Cuál es la foto que mejor define a García- Alix? ¿Una Harley Davidson, un retrato, un autorretrato, una mujer desnuda, un yonquie o una puerta cerrada? Cada foto es una mirada (cinco, trescientas miradas) pero una mirada al fín, entonces...A tí ¿Cuál de todos tus recuerdos es el que mejor te define ? ¿Cuál es el mío? Dime qué tres cosas te llevarías a una isla desierta. Dime cuantas cosas te llevarás al traspasar el umbral de la vida. Y que otras no te llevarás.

Somos un todo que se desgrana, a veces se afirma en el negro y otras canta victoria. Así en el arte como en la humanidad toda. Y de entre este "todo" que somos, nos significamos. Yo, escogiendo fotos de García -Alix para mi recreo. García-Alix fotografiándo lo que le venga en gana, más allá de lo "reconocible" en su obra. La mirada nos reinventa por encima de todos. La mirada sobre las cosas del mundo.

Y un alma tatuada como el brazo de García -Alix al final de la noche, esperándome.

No un alma blanca, si no un alma vivída.

Esto ya es delirio de amor. Vuelvo al documento.

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