Que apostáten ellos!!!

Ilustración: Ciudad del Vaticano ( Roma) !Qué apostáten ellos, los del país vaticano! De natural brazos en jarra, lo primero que me sale cuando me dicen lo de apostatar, es que apostáten ellos. Sólo me faltaba, con el trabajo que tengo... Siempre hemos de ser los mismos los que nos "quitemos" de las cosas. Ahora me "quito" del tabaco y entre el mono y el marrón actual ando entretenida. Así, que apostáten ellos, que se den de baja... Sé que no hubo malicia ninguna (y hasta una brizna de esperanza) cuando me llevaron camino del bautismo. No me llevaron ahí por el fuego eterno. El dios que me inculcaron es tan naïf como mi madre, qué lleva amando toda su vida a un tipo que se cagaba en su creador continuamente. El dios de mi infancia era primo de Fray Escoba, algo cursi, sí, pero muy solidario. Por lo demás, nada. Matar muchos judíos en semana santa y las canciones, que también me enseñó mi madre. Ni monjas ni conjuros ni miedos ni pecados. Pero sí ví el mal que podía hacer el dios de estar por casa, en alguna de aquellas amigas mías con las que nos lanzámos al amor en busca de chavales. Algunas no podían relajarse ni en su primer beso. Otras hicieron de su capa un sayo y no las paró ni el propio diablo, con cuyos poderes las amenazaban sus amorosos padres. Lo que sale ahora de las bocas y las hieles de los próceres de la iglesia católica ha superado todas las expectativas. Apostatémos todos, aunque es absurdo pensar que si no nos unimos para denunciar el marrón, logremos unirnos para deshandar el gran cristo. Para salir a la calle necesitamos sindicatos, partidos políticos, coordinadoras que hagan la producción, una buena producción que nos dé hora y día y, a ser posible, merienda. Ahí vamos todos. Lo suyo sería organizarnos, apostatar todos o no apostatar ( que apostáten ellos) e invadir el país vaticano. No sólo solucionaríamos parte del marrón ( la crisis) si no que crearíamos mártires para los de un lado y héroes para los del otro ( algunos habrían de caer en la contienda) para seguir consumiendo con aires de renovado consumismo "espiritual", "social y "revolucionario". Trás la invasión y los muertos ( que dos o tres los habría, fijo) los más ávidos crearían un buen merchandansing. Algunas bandas crearían himnos, los poetas fijarían el momento con aires de libertad renovados y seríamos el pueblo que se merecería este siglo veintiuno. Pero no lo somos, ni en nuestros mejores sueños lo somos. Y por eso hablamos o no decimos nada o decimos ( digo) !que apostáten ellos!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Magda.
Interesante y como siempre por tu parte, lúcida reflexión sobre esta lacra de la iglesia que tenemos que soportar. Si organizamos voluntarios para okupar el vaticano ya tienes en mi al voluntario nº1. Y muchas gracias por tu correo y el comentario que dejaste en mi blog. En estos días te escribo y te cuento...

Anónimo dijo...

Magdaaaaaaaa, com més escrius més flipo.

Endavant!!!!

Roser