Vamos pá La Habana

Vaya días enjutos y secos, con la muerte, los despidos de puestos de trabajo, la vida, las elecciones que no cesan y la caca de los perros en la acera.
De qué no me iría hoy a la Habana a charlar un rato con John Lennon y con el tipo que le guarda los espejuelos: "no fueran a robarlos, que ya se llevaron unos." Y con qué placer amanecería en casa de Babi, donde al perfume de la ciudad (de alquitrán, mar y mensajes hormonales) se le suma el aroma del café y la fruta fresca.
Mi natural "suertudo" para las cosas del alma, que no para lo crematístico, me llevó, la primera vez que pisé la ciudad, a casa de Babi ( ay Martha González, cicerón) y fué como vivir todo el rato ( y las otras cinco veces de Habana mon amour) en Fresas y Chocolate.
Babi, la primera mujer de Tomás Gutierrez-Alea y madre de su hija Marina, se fué de la Habana a Nueva York cuando nació Luna, la hija de Marina, también nieta del gran Titón, a quién no llegó a conocer. Ya se vé que por nada del mundo podría, -ni con pistola sobre expresión cejijunta y asustada-, trabajar de cuervo salsa rosa, tal es el lío que me formó al tener que explicar más de una ramita de un árbol geneálogico.
Así, la última vez que visité la Habana, al entrar en la casa de Babi sin Babi, sin las fotos de rodajes, ni las de Robert Redford, ni las paredes garabateadas, me largué zumbando, apretujando los dólares del bolsillo, para procurarme una identidad de escalofrío a la que ya estoy acostumbrada, que no a la desazón de encontrar casas vacías o llenas pero que no.
Pero hoy me iría a la Habana, a casa de Silvino y Angelita, a acariciar los perros más mimados del Vedado, tomando el sol en el porche, fumando un cigarrillo, escribiendo y dejando la vida pasar.
Ay quién pudiera dejar un buen rato Barcelona para sólo centrarse en lo que dictan las yemas de los dedos... !Y es qué siento que tengo cosas qué contar!... aunque el señor Gas natural y su prima Endesa, junto a muchas otras empresas de servicios sin vicios, no me dan el espacio necesario para hacerlo.
Sí, es una queja, qué collons. Es una queja que se pasa con la vida al vuelo.
Esta mañana me iría a la Habana y le preguntaría a Silvino que le ocurre, al verlo cerrar la puerta con cara de mala leche, y él me contaría "ya tú sabes, este tipo me puso de mal humor. Los hay que llegan y te dicen hermano hermano hermano estoy contigo, han leído cuatro libros y te abrazan como si fueras un chimpancé. No sé si es peor el embargo de dinero que el embargo emocional ¿qué coño sabrán ellos? Todo el mundo sabe más de Cuba que uno mismo."
Yo no querría saber más de Cuba ( no más que de cualquier parte) lo que querría, y se lo diría a Silvino, sería darme al mango, al sol y al ordenata esperando ver una rosa cruzar la alta verja de su casa. Como en una larga visita de hace muchos años, en que mi hija,- por entonces de diez-, vivió en primera persona las cosas del romantismo de antaño y de siempre que ya no se dan en este país, por la sociedad "marrón" en que vivimos, o porqué no hay verjas en las casas, ni flores sin alarma.
De qué no me voy esta mañana a la Habana, no a "cambiar el mundo", si no a "cambiar mi mundo".
Ay de qué que no me voy a la Habana.. pero no voy a poder, Jhon, no voy a poder por ahora.... Pero tú esperáme, suertudo, que hasta te guardan los espejuelos para que no te los roben, mientras que en Barcelona, en urgencias, en camilla y con un colíco nefrítico de grado mogollón te dicen: "Tenga cuidado de su bolso, señora, que aquí roban mucho..."
De qué no me iría hoy, yo -y contigo-, a la Habana...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se cómo lo haces... me contagias las ganas de irme pa´ La Habana y olvidarme de Madrid, de Esperanza Aguirre del Faraón Gallardón, del maldito real madrid y su insoprtable cantinela constante de que le van a ganar la liga al Barça -parece como si la felicidad de los gilipollas solo dependiera del futbol- de los parquímetros, de este aire eternamente seco...
En fin, ¿que tal si imaginariamente nos tomamos un ronsito en mi taberna favorita de San Lázaro esquina con Avenida de Italia?
..y si quieres después te invito a un concierto heavy en el Patio de María