Al GATO LE CRECEN LAS GATAS

Imagen: Gato Pérez by Frostis.
A bote pronto esta entrada la escribiría en catalán, pero no voy a dejar de compartir con todos una noche que son muchos días y hasta una forma de vivir la life, por un si es no es de lenguas.
A Gato Pérez y a Helena le han crecido las gatitas. Y las gatitas, ya gatas atigradas, multiplican la camada. En estos gestos naturales de la vida, donde el amor se suma al amor y la rumba va sonando, guardo una gran implicación personal, no en vano compartí ( yo y mi gatita) palacio y callejón con las gatas Pérez cuando el gran Gato se fué a cantarle a la luna.
Compartir días y noches es algo muy grandioso. Lo fué en su momento y lo es en el pasado, cuando se juntan las gatas y sientes todo el peso del poema de Gil de Biedma: " Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender mucho más tarde..."
O sea que fué necesario que Dani Tarnegó ( !qué arte tiene la criatura!) se montara un homenaje al gran Gato, pisar pista en el Apolo y mover caderas, pá juntar al gaterío Pérez con el mío. Juntar a las princesas y reinas del extinto palacio. Qué bien qué pasa el tiempo. Qué delicioso es juntar tanto bellezón. Y qué bueno que no pasa el tiempo por el arte del Gato, por sus rumbas. Arte puro y duro.
Se entiende que saliendo el miércoles noche no haya escrito hasta hoy. El cansancio físico y el movidón emocional. El Txusqui ha escrito la crónica de la movida en el Avui. Acertadísma. El Txsuqui escribe crónicas musicales y encima escribe bien. El amigo barbudo tiene muchas horas de gaterío.
Clara Pérez ya no cree que la Emi es una señora que pone nervioso a su padre, porqué siendo ella una niña, cada vez que Helena le pasaba el teléfono al Gato y le decía: "Es la Emi", el Pérez se ponía muy serio.
Júlia, mi hija, ya no cree en el Ratoncito Pérez, pero es devota del Gato y su rumba y hace años, cuando la oí tatarear por primera vez una rumba suya y le dije: "Es del padre de la Jessi y la Clara", la criatura tuvo la desfachatez de increparme: "¿porque no me lo dijiste antes?."
Jessi, por su parte, tan cómo su papá en los afectos, sigue creyendo en el amor. Y todo es igual que entonces, cuando las gatitas aún no perreaban, pero también es muy distinto.
Mención aparte de mí misma y los amiguísimos del Gato, a quienes Manel Josep ( Orquesta de Oro y Plata) etiquetó como "amigos del catafalco", todos lo demás, el miércoles noche en el Apolo, eran muy jóvenes. Chavales que han crecido con la rumba. Un gran puñado de "Granitos de Sal" ( olé Carme Canela) que se sabían todas las canciones. "Esta es de la Pegatina": decía uno. "Pues será que no", le respondía otro. Y ahí lo grandioso del arte. Todas estas rumbas del Gato que ya son de todos. Y tantas gatas atigradas perreando qué sólo son de sí mismas, pero se dejan atribuir paternidades y maternidades que un día fueron necesarias para la multiplicación de la especi rumbera, donde el amor se suma al amor...

3 comentarios:

Mariano Muniesa dijo...

Vaya, vaya... el Gato Pérez, ni más ni menos...

Recuerdo perfectamente como a primeros de los 80, Gato Pérez estaba muy en boga en según que ambientes, y como por ejemplo, programas de TVE como "Aplauso" le daban bola y le invitaban frecuentemente. Sin embargo, no fué hasta que Angel Casas le entrevistó en su mítico "Musical Express" cuando a través de su magnífico reportaje le conocí más en profundidad y aunque sin que llegara a cautivarme, me cayó simpático y entendí el rollo que llevaba. Cuando conocí más en profundidad Barcelona -y sobre todo, la Barceloneta- entendí hasta qué punto el Gato representaba y personificaba ese mestizaje cultural, musical y étnico que hace de Barcelona una ciudad, al menos para mí, en muchos aspectos absolutamente mágica.
Se fuerza la máquina...

J.M. Hernández Ripoll dijo...

Gracias por el piropo. Se hace lo que se puede. Un petó fort. Txuski.

dani Txarnegö dijo...

Gracias, Magda! Pero no por hacerme presente, cantando entre tus líneas, sino por venir a recordar, a bailar, a maullar, a arañarle horas a la noche... a hacer que este homenaje tuviera, si cabe, más sentido todavía...

Nos vemos en el próximo? (no se si octubre será rojo, pero si felino...)

Hasta pronto!