NUESTRO HÉROE DE FICCIÓN


Ilustración de Nazario: "Alejandro en el bosque" (el título lo he puesto yo para la ocasión, no sé como lo titulará el autor)


Este blog es una tabla de corcho, donde cuelgo, con chinchetas de colores, lo que escribo.  Al ser como es, un servicio rápido que se aviene a mi carácter urgente, casi nunca pienso de antemano sobre lo que voy a escribir. La selección de la estampa y mi estado de ánimo hacen la cosa. 
Pero hoy no, esta vez el asunto viene de lejos y después de pedirle y rogarle a Nazario que me mandara un dibujo suyo que la red no ofrece. La cosa era más o menos así:  
-Ringggggggggggggggg
- ( Puesta al día)
- Al grano. Yo:  "Mándame un dibujo de tu marido Alejandro con la polla al aire, cualquiera de los que has publicado en tus cómics." 
Nazario- "Habré de scanearlo."
Yo: ¿No me preguntas para que lo quiero?    
Nazario: "Supongo que para tu blog."
Yo: "Síiiiiiii  ( henchida de entusiasmo) ¿Te das cuenta que con tus dedos mágicos has creado, desde hace años, un personaje de ficción que además vive en lo real?"
Nazario: "Sí ."
Yo:- "¿Quíén conoce al  Mickey Mouse "real"? Nadie, porque solo existe en lo imaginario. Y cuando lo llevan al mundo "real", sigue existiendo solo en el imaginario, porque viene con los trapos "imaginarios" y no sus "reales" andrajos. 
En cambio Alejandro existe en lo real y en el imaginario. La contribución es maravillosa, para Barcelona, Sevilla, Madrid y para el mundo entero.
Ha habido otros casos, como la Valentina italiana, pero yo hablo de aquí y ahora y desde hace treinta lustros. Mira, Alejandro es el único ser vivo que lo hace en la ficción y en la realidad de un modo claramente objetivo y palpable, lo que viene a demostrar que no nos damos cuenta que vivimos lo verdaderamente inverosímil hasta que nos hallamos fuera de la vivencia, puesto que al convertir la magia en vida ( o al revés) ésta le confiere, de un modo autómatico, una envergadura real a aquello que también pertenece al mundo de la fantasía."
A estas alturas del discurso ya hablaba sola, y por eso me olvidé de lo concreto. Lo concreto es que mientras yo seguía especulando con el mágico mundo que Nazario nos ha brindado desde el mismo día que pintó a su hombre entre viñetas, él, Nazario, me invitaba a acudir a una proyección de una película documental sobre Ocaña ( no fuí, se me olvidó) que se estrenó ayer en la Filmoteca dentro del ciclo de cine maricón, -como el mismo "pintor que pinta angelitos de grandes pollas también los quiere dios"-, denominó a la cosa.
Y ahora me veo escribiendo por primera vez en este blog, una historia que llevaba incubando desde hace tiempo ( lo cual no se aviene a mi carácter urgente) y me tiene maravillada. La cosa que me maravilla es la vida de Alejandro Molina; su vida, vida; y su vida en los papeles y en el imaginario de los que le conocen en una u otra dimensión. O en las dos.
A mí, Alejandro, me gusta lo indecible, porqué es claro, generoso, comprometido y tiene un sentido del humor y un arte que para qué, y también me gusta el Alejandro que se deja seducir por los faunos, tumbado complacientemente por los bosques de lobos y peligros.
La pregunta que me hago, es,-partiendo de la base que la ilusión  existe y que Alejandro tiene vida y conciencia propia también en los papeles-, si, en caso de vivir en los cómics,  me gustaría el Alejandro pintado. Eso no lo sabré nunca, de modo que por mucho que conozca al Alejandro real, jamás conoceré bien al Alejandro virtual.
No estoy planteando un conflicto, si no subrayando un hecho de mi entorno cercano con dimensión mundial, que me hace estar encantada de ser quién soy y vivir lo que vivo, y creo que conviene recordar para soslayo de todos, ya que todos, de un modo u utro, también viven lo que vivo yo gracias a la doble vida de Alejandro Molina.
El cuenta que sí, que algunas veces, algún hombre u mujer de moral distraída, le ha dicho aquello de: "Ah, pero si tú eres el de los cómics...¿ La tienes tan grande como te la pintan?" Y él, Alejandro, responde según le guste o no el de la moral distraída.
Si le gusta, su respuesta es siempre la misma: "Si quieres, puedes comprobarlo..."
Esta es la parte prosaica del asunto, de la que sólo se beneficia nuestro héroe en la ficción y en la realidad.
Lo maravilloso y compartible, es que en este mundo de monas, donde desde el poder y a todas horas se nos intenta vacilar con la verdad y la mentira, la ficción y la realidad; nosotros, los del nardo, -y gracias a Nazario-, tenemos el mejor ejemplo de como delimitar los dos mundos o ampliarlos, sin joder la percepción de nadie, mientras vivimos lo realmente  inverosímil como si fuera lo mas natural del mundo.
Acabo con un deseo: que Alejandro se convierta en un símbolo de la Barcelona canalla ( ya lo es) y que dentro de poco lo veamos abrazado a la Torre Agbar, con Anarcoma resucitada, el Cobi aplaudiendo, un personaje de Sáez discerniendo y el Mortadelo flipando, mientras él; el Alejandro Molina, real, tiende la ropa cantando.

1 comentario:

estrella dijo...

Acabo de conocer tu blog y ha sido Víctor Jou quien lo ha hecho posible (esto del 'feisbuk' aunque muchos lo denigren para mí es genial). Este pedazo de texto que le has dedicado a Alejandro, el marido de Nazario, me ha maravillado.
Los conozco a los dos, porque me han habalado mucho de ellos quienes les conocen bien y les quieren y porque compartí una cena con ellos.
Alejandro es también un artista enorme y además tiene un sentido del humor que agradezco, por tan y tan necesario. De él aprendí la palabra 'handicapé' para hacer referencia a alguien que está pasándolo mal o machacaíto... Y desde entonces la hice mía.

Te agradezco las palabras y hasta las imágenes que has creado con ellas.
Asomaré por acá desde hoy mismo.