Los más listos


Imagen de Silvia Patino.

Siempre nos parecen los más divinos, los más listos, los más brillantes y los más agudos. A los seis meses le ves tomar un cubo del revés y dices "Sí, así es como se toman los cubos". Lo parloteas con la gente de tu entorno, pero cuando vas a buscarlo a la guardería y oyes a otros hablar de los suyos,  callas y piensas que el tuyo tiene este algo especial que los demás no tienen. Orgullosa y contenta de haberle concebido, adoptado, criado o paseado; te vas a tus asuntos.
Siempre es el mejor ( la mía también) pero la humanidad no avanza.
El otro día le pregunté a mi hija ( que veinte años no es nada) haciéndome la tonta, cómo si tal cosa "¿Que es lo que más te gusta de este mundo?"
Yo estaba acicalando una estantería del baño y ella miraba no se qué en el salón, su cabeza frente a la pantalla del ordenador.
No se dió por aludida, así que le volvi a preguntar que era lo que más le gustaba en este mundo y me respondió: "El drama."
Esperaba una respuesta grandilocuente que calmara mi última diatriba filosófico -pragmática que viene a titularse: "Todo niño del bienestar tiene un adulto que cree a pies juntillas que es el más listo del mundo,  pero el mundo no avanza" y la muy bruta me atizó un desconsuelo.
Me planté ante ella: "¿El drama? ¿A qué drama te refieres? ¿Cómo te puede gustar el drama en un mundo de dramas? "
Y ella, sin apartar la vista del ordenador, respondió: "Sí mamá; el drama, el drama en el amor, la intensidad, la pasión..."
Y yo: "¿Los finales desastrosos?"
Y ella: " Ay, no, ni finales ni comienzos; el drama, el amor..."
Y yo: "¿El amor universal?"
Y ella: " No me rayes; el amor, amor. El amor "quebonitoeselamorrubéndarío."
Hace años que ya tengo mis más y mis menos respecto con eso de que la mía es la más total, pero a medida que le pregunto, más fácil me lo pone. Así que voy descubriendo que ni quiere cambiar el rumbo de las cosas, ni vender crecepelo en el far-west y toma los cubos como los demás, me voy haciendo a la idea que a pesar de ser la más lista, la más ingeniosa y la que más gasta en maquillaje, con ella en el mundo, el mundo sólo brilla para quién la quiere.
No contenta con el resultado obtenido y tratando de obtener una respuesta que me aliviara, me volví a plantar ante ella (había vuelto al baño, a la estantatería) dictándole el enunciado de mi diatriba: "Siempre sois los más listos, pero el mundo no avanza",  a lo que ella me respondió: "Sí, claro, eso también lo pensaron tus padres de tí."
Fue una honda estocada que me llevó a sentir una ternura ilimitada hacia mis progenitores y un malrollismo brutal y momentáneo hacia mi hija, que enseguida se convirtió en un "mira que es lista, pero el mundo sigue sin avanzar."