Magia

La magia existe. No se si es mas exacto decir que la he visto o la he sentido. Es igual; la magia existe al sostener un "petardu" entre las manos y contemplar como la mecha se enciende: si no lo sueltas te explota en la cara (sin buscarlo me ha salido una metáfora sobre el deseo y las mechas) pero también existe en muchas otras cosas.

A mi me cayó una lluvia de magia la semana pasada. La magia la hizo ( visto y no visto) una persona al ofrecerme su generosidad y la libertad de "ser", en la medida de lo humano.

Y yo, que soy muy zoqueta y mas asustadiza de lo que me gustaría y pregono, en lugar de levantar el vuelo, de abrirme a la libertad y darme a la generosidad con la misma enjundia, me asusté y pillé vértigo.

Me sobre vinieron todas las inseguridades. La libertad es esto. Mucho demandarla, pero cuando la tenemos nos crea agorafobia. Hablo en plural porque la vida me ha enseñado que no soy la única boba en estos lares. En los días posteriores a la lluvia mágica incluso llegué a escribir algún post sobre como se me hundieron los pies en las baldosas de casa. Pero ayer noche, con la excusa del solsticio, o por el solsticio y la bullanguería general, miré el fuego de una hoguera y se me pasaron los males. Me dije: "Deja de peinar al gato". Y tiré el peine. El gato ya se había largado silbando por los tejados.

Cuando alguien te da la libertad de ser, te dan el bien mas preciado, pero también el mas delicado. A la libertad hay que tratarla con prudencia, mucho amor, mucho rigor y sin bobadas. La libertad exige que seas como dices que eres y no como te muestras cuando vas de fiesta, de reivindicación, o brincando por caminos estrechos. Idénticos gritos dentro de la mazmorra que en mitad de un campo de amapolas. Si las cosas no son así, las cosas son peor que nada.

No sabéis lo contenta que estoy de poder compartir con vosotros; duendecillos de la red a los que no conozco y ya espero (como la Sosa Kaústica, el Manuel, el Cabezapie y todos los demás) una alegría como la que hoy fecundo.

Por si fuera poco, esta mañana he amanecido con una diatriba de grandioso privilegio. Os cuento. Esta noche, en Barcelona, actúan, a la misma hora y en distintos lugares, Bob Dylan y los Kiss. Tengo la suerte de poder asistir a los dos conciertos y todavía no se por cual decidirme.

La vida es una tómbola, pero muchas veces somos nosotros los que giramos la cabeza al compás del bombo, por miedo a mirar el número que nos ha tocado en la bola. No me he hecho cura "sacerdotil" ni me ha dado por escribir manuales de auto ayuda; sólo es que me ha caído una de magia y estoy sopesando sus efectos, esperando que llegue la gran lluvia que anunció Bob Dylan en una de sus primeras canciones y que ha de dejarnos a todos, caladitos de mucha potagia mágica abracadabra amén. Hay quién interpreta la canción como un mal augurio.






1 comentario:

Anónimo dijo...

jo vull la teva màgia. Sniff.

Gene Simmons