Huelga General 29-S

Una foto de García Alix con mucho grano


Creo que tenemos que hacer huelga, es nuestro derecho a no seguir  tragándonos este mezquino  paseo de la democracia a la dictadura del capital hasta la pura y dura esclavitud del libre mercado. 
Los peperos también incitan a la huelga. Tenemos que hacer huelga aun sabiendo que perderá todo el mundo. Los sindicatos, el Gobierno, los peperos, los demás, la izquierda y hasta la divina acracia. Hemos ido a muchas batallas creyéndonos que las habíamos ganado y tantos años después de aquellas victorias (que lo fueron en si mismas, pero no, visto como está el patio hoy en día) volveremos a la calle con la frente marchita a decir basta, sabiendo que el reblandecimiento de cerebro al que nos hemos dejado someter (o no, pero cuatro gatos no son una epidemia) será mayor cuando la huelga haya pasado, y unos y otros, al hacer cuentas, tomen nuestra unidad (todo cuanto somos en el baremo social de multitudes) en beneficio propio.
Pero que caray, hay que ir a la huelga. Menos ochenta euros y a la huelga. Aunque Zapatero diga que no volverá atrás, pero a la huelga. Confundidos y a la huelga. La esclavitud que emana de sus propuestas son nuestro derecho. 
Se lo propongo a todo el mundo y soy capaz de dar buenas razones. Tanto me he metido en el papel de piquete informativo de por libre que he escrito una carta a los clubes de fútbol animando a jugadores y directiva a sumarse a la huelga general del 29-S.
¿No sería, -mas que simbólico; justo-, que hicieran huelga los deportistas? ¿Tamaño disparate avivaría mas el fuego de hacer una huelga contra la indignidad, o, por el contrario, daría voz al descalabro social de “tu trinca la pasta” y los demás que se jodan?
Curas, imanes, sacerdotes y gurús de todas las religiones deberían, también, hacer la huelga, porque en todos sus libros de texto hay un versículo que habla de lo difícil que es acceder al reino de los cielos bañado en oro y lo fácil que es morirse de frío en un cajero automático y pillar cacho en el cielo para los restos.
Tenemos lo que nos merecemos. He tardado mas de media hora en teclear la última frase. El abatimiento es grande y las soluciones, opacas, pero vayamos a la huelga. 
Hasta aquí había escrito cuando me he dado cuenta de que tenía de ir a comprar algo en la farmacia.
Añado el comentario que me ha hecho un vecino muy truhán (literalmente hablando, a altas horas de la noche) Al preguntarle si iba a ir a la huelga me ha respondido que aunque lleva dos años en el paro, irá a la huelga, pero que tenga en cuenta que Joaquín no cerrará el bar, sólo tendrá la persiana bajada. Dice que podemos ir, pero si alguien alza la voz por encima del volumen de la tele, irá a la calle sin dilación, sin birra, sin ochenta euros y sin el respeto de los colegas.


   

3 comentarios:

Mariano Muniesa dijo...

De acuerdo 100%, compañera.
Cuídate, un beso

Locutriz dijo...

Tenía ganas de saber tu opinión, Magda. Desgraciadamente, llevo años atrapada en las redes del desencanto. Cualquier cosa que convoquen nuestros respetables sindicatos me provoca rechazo. Es una cuestión personal, supongo. ¿A quién representan éstos? No quiero contarte mi vida laboral, ni hablarte de "compañeros de viaje" que, parafraseando a Hervé Guibert, "no me salvaron la vida". No quiero aburrirte, únicamente te diré que ya sólo soy partidaria de hacer el bien a los demás, y que éstos lo único que hacen es proveerse de muchos bienes para sí mismos. Al igual que el resto de los políticos. Y coincido con quien dijo ayer por la radio que habría que hacer una huelga de una semana, y que toda esta mierda de sistema se desmantelara por completo, y reventara (el sistema y todas sus/nuestras contradicciones)... Un beso. Te sigo. Isabel

http://www.locutriz.es/blog/

Anónimo dijo...

Alejandro, hola Magda beo que te estas mojando, con tu estilo pero muy bueno te felicita un Marxista Leninista, esto que a hecho el PSOE ya no tiene nombre, quieren imponer el derecho a pernada en esta reforma laboral, este vil siervo del capital se carga los pocos derechos que dejo su antecesor Felipito, el prestamismo laboral fue puesto por el PSOE y ahora le quita a los trabajadores la creencia de que era fijo y a la calle por despido con veintew dias por año y ocho subencionados por el estado, que verguenza el estado le paga al patron el despido.¿ quien cree que no hay que hacer huelga?. chao un beso Magda