Penitencia



( No me tengáis muy en cuenta la literatura (sic) rimada de este post escrito rápido entre obligaciones, vacaciones y contricciones)


Tengo un pez, siete algas de plástico y una foto del océano índico pegada en la pecera por donde el tipo rota, moviendo las aletas, con su hermano gemelo que se ha tatuado un ancla y lleva chupa de cuero por encima los bronquios y aún así bucea.

Tengo dos peces, cautivos y amarrados, a los que conozco desde hace tantos años que no puedo evocar ningún aniversario en que no anduvieran juntos, sentados a la mesa, a punto de soplar el fuego de las velas.

Uno muy indolente y otro batiendo palmas, los dos muy descarados, entrando en dobladillos, hablando con desechos, interpretando signos, anticipando hechos. Los tengo en penitencia.

Dos peces alter ego se comen mis miserias y como a Sergio Ramos les caen los trofeos, o los aviva el eco si voy sacando pecho. Sirven para exculparme de todos mis pecados. No es una transferencia, es solo el saldo rojo de condición humana. Que se jodan los otros aunque estén a mi lado. No era lo que soñaba. Toda utopía acaba.

Tengo dos peces rojos.

Para que cumplan su pena, esta semana santa, van a llorar sin paño, soñando en la meseta donde se sienten pájaros.

Tengo dos peces rojos y algunos problemillas, aunque también, a veces, me llevan muy lozanos hasta la luna hermosa a lomos de un torito que anda enamorado. Mucha felicidad.

Ya he echado la harina y no me siento capaz. Si les quito la vida, no seré despistada, seré una asesina.

Me voy al Escribá a tomar Coca-Cola y desde el chiringuito los tiraré a la mar. Que vayan a escuchar a la vieja sirena, a ver si los educa y les mete en vereda.


Tengo dos peces rojos y escamas de dragón junto a un libro chico que dice REACCIONA, escrito por Sampedro y siete u ocho más. 


La llave está en nosotros. La llave está en el suelo. El pan de cada día, el rape y el salmón, ya no caen del cielo.

Si queremos sardinas, salgamos a pescar. La realidad se impone sobre la tradición.

 Si reaccionamos juntos seremos un montón.













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