las jirafas no tienen lagrimal / las sirenas no pueden copular /cuantas veces, idiota ya vencido/ ataste "toas" tus venas / al palo de la meta, al palo del final/
Mira, ya no me dás pena / nena, deja de llorar / haz una cabriola, esto si que mola/ esquiva las espinas del rosal/ Con cuarenta años, la que fue tan dulce, sigue amarradita, a los malos sueños de la cocaína / esnifa sus penas y su libertad.
Un hip hop no es un rap / ni la rumba un ventilador/ que va dando amor/ que va dando amor.
Con el jazz pierdo el equilibrio, cuanto blues tiene que nevar /Pá llorar tengo mil recursos/soy una jirafa que va de carnaval, sin el lagrimal / una sirena para comulgar / de cintura para abajo no todo sabe mal.
Dame caña, tela de araña, juicio y entraña, para empezar/ soy exigente, entre la gente un pasodoble para bailar/ Y rock and roll, ora pro nobis, llévanos muy lejos, hasta los ancestros, a las "caramellas" y hasta al "Virolai".
Las canciones son mi sustento/ cada intento guarda una más/ Nada sobra, cuento hasta trescientos/Oh clamor de almas, Juan Sebastián Bach.
Y por si fuera poco, este hip hop loco/ improvisado, apresurado, contaminado de tanto cigarro/ Volveré a mi puesto, a abrir el documento / a escribir sano. Para laborar/ hay que encontrar momentos de ocio, salidas de tono, un blog que llenar / caja de pandora/ amado "cul de sac"/ si tu supieras lo que te bendigo/ diario adolescente, con la cerradura que se pone dura/ si vas a romperla pá fisgonear.
A los amigos, grandes cumplidos y a la familia, la lotería, me voy a callar, me voy a callar...
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