Te quiero

Sí, va, el amor es un misterio e importa sólo a dos. La frase es canción de Luz y tú ayer la escuchaste hasta tres veces, antes de quitarte los zapatos y ponerte a caminar por la arena de la playa, que es lo que mas te gusta hacer los domingos, una o dos horas después de haber comido.
Dices que todavía no le has dicho lo que sientes, pero crees que ya te has mostrado mucho, que él, el otro ( tú otro) debería entender de qué hablas cuando hablas con esa fina ironía que te caracteriza. Y de la que ya eres factotum, para bien y para mal.
El otro puede entender lo que le venga en gana, incluso puede pensar para que te sirve tener una vida trepidante y ser un hombre de éxito si eres incapaz de decir "te quiero".
Sí, vale, también podría decirlo él, pero por lo que cuentas, está en inferioridad de condiciones. Es difícil hablar desde un departamento estanco, a pesar de que saque el pie. Dile que ande con cuidado. No se lo vayan a pisar o le vaya a ocurrir una cosa peor.
Para garantizar, en la medida de lo posible, la integridad del cuerpo y el alma; estos deben estar guarecidos o en el exterior. Nunca entre dos fastidosas aguas. Ya lo dijo la gran escritora Ana María Moix "Nos encontraremos, sentados en los bancos del parque, tratando de pronunciar la palabra amor" Si no era así, se le parece. El concepto es el que tú barajas. Decir "te quiero" sin que se te caiga la cara de la verguenza ni te conviertas en polvo eres y al polvo vas.
Lo que a tí te pasa, amigo memo, más que memo, es que anticipas la respuesta del otro y no disfrutas deletreando y llenando de contenido el "te quiero". Decir "te quiero" te parece un trámite, cuando el "te quiero" es el diamante, el regalo, la ofrenda y la oración.
Si dices "te quiero" sin pensar si te quiere, sintiéndo lo que dices, como quién se deleita con un manjar, ya tanto te dará si luego te dice que él no te quiere a tí. O te dolerá su negativa, pero sólo por orgullo: "¿Cómo es que este tipo no ha visto mis encantos?" Podrás escribir un verso.
Guarda el orgullo para las cosas de los negocios y para los sustos del amor, pero no para abrirte a él. Al amor yo le que conozco, varias veces me ha enseñado el rostro, y sé que no le gusta que lo menosprecien y mucho menos en su nombre.
El amor tiene el ego muy cumplido, pero cada amante tiene que darle lo suyo. Se lo merece.
Y luego ya puedes cantar que el amor es un misterio y que importa sólo a dos, o recitar aquél poema de Lorca: "La primera vez no te conocí, la segunda sí. Dime si el aire te lo dice. Mañanita triste y luego me entraron ganas de reirme."

5 comentarios:

Mariano Muniesa dijo...

De acuerdo en todo -o en casi todo, para ser exactos- y como siempre, haces que me quede un rato largo pensando en lo que escribes. Ahora bien... ¿te aplicas a ti misma el cuento cuando te ves en una situación asi?
Yo confieso que muchas veces, no...

Txema Anguera dijo...

La "poesía quotidiana",ayuda y mucho a aprender a decir"te quiero",con la voz del alma.
Las palabras de Ana Maria Moix,sean o no así ,una MERAVELLA.
Gràcies.

Anónimo dijo...

Yo siempre lo he dicho y es verdad no vanidad. Creo que hay que decirlo porque le gusta tanto al emisor como al receptor.
Es tan bonito, te quiero....
Maite

la víbora dijo...

me ha encantao esta entrada magda...

"Lo que a tí te pasa, amigo memo, más que memo, es que anticipas la respuesta del otro y no disfrutas deletreando y llenando de contenido el "te quiero". Decir "te quiero" te parece un trámite, cuando el "te quiero" es el diamante, el regalo, la ofrenda y la oración."

genial!

muá

Anónimo dijo...

Magda yo te quiero!!!

Anna Navy