King Creole


Le llamamos King Creole porque siempre que se pierde (y se pierde mucho) se va a Haití. El mote es una broma, un código de tres. Cuando anteayer Al me llamó para preguntarme cuando había hablado con King por última vez y si recordaba desde donde me había llamado, me temblaron las piernas.
No supe decirle desde lo había hecho, pero sí que había sido hace apenas dos semanas, y que nos felicitamos el año, el cambio de década.
Por fín, esta misma tarde hemos podido hablar con él por teléfono.
King no ha sufrido daños y ni  siquiera ha perdido la maleta, pero desde Haití, se le oía roto, incapaz de detener el llanto. Entre sollozos, ha dicho: "No he sentido una mordida de dolor tan fuerte en toda mi vida como ahora que lo siento en tantísima otra gente."
                                                                                     Lo demás está de sobra.