Marc Grau y la tribu

Foto de Lluís Gavaldà feta pel Xavi Mercadé al homenatge a Marc Grau que es va celebrar al Bikini el dimarts passat.

No hi vaig anar i em va fotre. No fuí y me jodió, me supo mal: Aquella sensación de "TENíA que estar ahí", de "DEBÍA de haberlo vivido". Una sensación de pertenencia a una tribu que brinda su música a una de las ausencias musicales mas presentes. Una sensación de pertenencia muy honda.
Pero no fuí, no pude. I em vaig fotre, me jodí. Así que al día siguiente abrí el facebook y me fuí corriendo al blog de Xavi Mercadé, que es el que va a los conciertos para los que no hemos ído. Xavi Mercadé es un trovador de la nueva era; un trovador que cuelga ilustraciones de cuentos que ya conocemos pero siempre nos sorprenden y siempre nos fascinan. Y en el blog de Xavi; -un buen surtido de fotos del backstage del homenaje a Marc Grau, y también de la escena-, se mostraban a través de la pantalla del ordenador con un denominador común: Todos hacían OOOOOOOOOOO. No es un recurso, podéis verlo.
La O de boca abierta al cantar, la O coquetería juvenil, la O coqueta madura, la O del músico absorto, la O de muaka muaka hacía tanto tiempo..., la O  tensión de los músculos faciales, la O de contener la emoción o la O mas grande de pasar de todo y soltarla.
Marc Grau también hizo O. Cuando estaba entre nosotros, Marc hacía la O de sorpresa, la O de curiosidad, la O de asombro, la O de amor e incluso la O de escepticismo. El círculo se cerró y los que SENTIMOS que pertenecemos a la tribu que debe de ensalzarlo, nos reunimos ( aunque no podamos asistir) de vez en cuando y recordamos cosas que vivimos con él; vivificamos las risas. De no ser por Marc, la tribu no se reuniría. El amor busca al amor sin cambiar de rostro: la frase es de Paul Eluard y sirve para casi todo lo bueno. A la muerte hay que celebrarla con la vida. Esta frase es mía y del sentido común. Marc Grau fue un hombre apasionado que amaba lo que hacía, así que no fueras a pisarle la guitarra ( traducción literal del dicho catalán; "xafar la guitarra") porqué podía darte con el mástil en la cabeza. Yo siempre lo recuerdo haciendo O con la guitarra colgando. O sonriendo media luna; estas medias oes donde nos mecemos hasta hallar el círculo definitivo; por el que añoramos, homenajeamos y sentimos que pertenecemos a una tribu que a veces lo es gracias a Marc Grau.