Conciliando la vida

Hace unos días tomé un café corto con unos amigos y a consecuencia del diálogo del encuentro comencé a escribir un texto. Lo hice en un vagón de metro y a falta de papel, papel, usé las hojas en blanco del libro Led Zeppellin de Mariano Muniesa (perdóname man, escritor, locutor, productor jevi riguroso y apasionado. Muniesa es el que mas sabe y comparte del metal y del hard y es un madrileño proletario izquierdoso atrincherado, un melenudo que pasea su amor por la gracia de Barcelona) que había terminado de leer. Las cosas del blog casi siempre surgen así. Si algo me llama la atención (capacidad de sorpresa incansable) lo escribo donde puedo, a todo correr y luego lo vuelco aquí. Pero no siempre termino lo que escribo y menos si lo hago en el metro, de modo que estoy acostumbrada a convivir con servilletas, hojas y hojarascas, manchadas con frases grandilocuentes o humildes que casi nunca retomo y a veces no consigo ni desentrañar. Desde los siglos, mi método con la escritura viene siendo éste (Tú le llamas TDAH. Yo también, pero le sumo E.N.E.A: “Esclavitud No Está Abolida”) así que en casa, era habitual oír la voz de Júlia, diciendo: ¿Mami, este papel que está en el baño en el que has escrito “Me cago en la puta, me cago en el amor y en todo lo que se menea” lo necesitas para algo? Digo que era habitual, porque ahora, con veinte añazos, la Júlia, ya no me dice nada. O coloca primorosamente las hojas encima del teclado del ordenador o las tira sobre el mismo como si le ardieran en las manos. Lo dicho; escribo de corrido y con urgencia y lo hago en catalán o en castellano, según me dé y según haya ido la vaina que me ha provocado. De un tiempo a esta parte y por lo que se refiere al blog, aunque haya empezado a escribir en catalán, acabo por traducirme, porqué me gusta que me entienda cuanta mas gente mejor. Cuando escribo mis amados libros musicales alimenticios (en estos momentos tengo uno por revisar con el editor y otro por revisar con la S.G.A.E y la editora) mas ganas me dan de escribir sobre otras cosas (del rollo blog) y menos tiempo tengo, porque no puedo disponer de todo el día sólo para escribir mis amados libros musicales. La cosa no da para tanto, Y mira que los dos de ahora los he firmado con Planeta. Por si fuera poco, -y porqué la bestia es así-, cuando tengo un hueco de tiempo, telegrafío novelas que se me hacen viejas porque el tiempo pasa y la mirada también.
Los poemas, versos y coplillas los guardo desordenados en carpetas, sin fecha ni perro que los ladre, entre cartas de amantes y fotos de mis ídolos. Hace unos días tomé un café con unos amigos y hablamos de esto que ahora tanto se impone; la conciliación entre la vida familiar y profesional, y al irme para casa, en el metro, pillé un folio de un libro de Mariano Muniesa, donde, muy solidaria, escribí: “Em cago en les conciliacions, en les reconciliacions i en la penya que pot portar una doble o una triple vida.”. No añadí más porque llegué a mi estación. Hoy lo he volcado aquí, sin traducirlo ni nada.

1 comentario:

Mariano Muniesa dijo...

Hola, encanto.

Muchas gracias por leer mi libro y no hay nada que perdonar; al contrario, me alegro que tambien te haya sido útil para plasmar un momento de inspración.
Yo también me cago en la gente que es capaz de llevar dobles o truples vidas... muera la hipocresía!

Un beso enorme, cuídate