José Saramago


Todo el día de ayer pensando que tenía que entrar en el blog para abrir otra puertecita cibernética y sacar la patita de microbio en la inmensidad de la red, para decir de qué modo siento el desamparo que deja la muerte de José Saramago, como si de alguien muy cercano se tratara, y cuando por fin pude sentarme ante el teclado, leí las astracanadas que los del vaticano ( ni por estilo les pongo las mayúsculas) han dicho de él, de una de las personas mas grandes del siglo XX, de un enorme escritor.

"Solo el el amor puede con todo"; dijo Saramago en una entrevista hace muchos años que yo he venido coreando como una alumna aplicada porque se me aviene mucho ( y que se mueran los feos que no saben oír estas palabras sin que les de una subida de azúcar o les de por levitar) y van los del oro católico a poner serpiente y enredo bajo lo imperturbable de un hombre que se desgañitó por las injusticias hasta en su agonía: "No os resignéis; indignémonos", decía el portugués, que escribió una honda carta a Palestina, pocos días antes de su muerte, cuando se sucedieron los últimos ataques de Israel.

Decididamente, el mundo está al revés. No es porque sí este hervor de cabeza, pero entre vivir neurotizada como los hijos del mal pensamiento continuo, o vivir relajadita con esta pizca de tristeza, madre de las grandes risas, opto por lo segundo.

Quién pudiera haber estado ayer en Lisboa, entre la gente, con patas de microbio y corazón de mundo y sentir la compañia de muchos tras la estela de Saramago. Quién pudiera ser electricidad y pillarle una chispa de bondad a este hombre alto, delgado y tan bello, que nos hizo y nos seguirá haciendo tanta compañía. Ay la bondad! esta palabra que de tanto nombrarla del revés, espanta a los feos o los hace levitar donde deberían sentir la sangre como les sube por el dobladillo del pantalón o la sotana. Esta última frase está extraída de cualquier manera, de una canción de Jim Morrison.

Que viva José Saramago en cuantas mas puertas cibernéticas mejor, que viva y se extienda en nosotros los microbios, las moscas cojoneras y los lectores por venir. Que su ausencia nos contamine de presencia. Indignémonos.







4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sempre estimarem al Saramago.

No puc, no sé dir res més. Quina tristor.

Petons.

Àngels Pérez.

Txema Anguera dijo...

Clavells vermells i admiració !!!
per a ell i per a tú.

Anónimo dijo...

Bonitas palabras para una gran pérdida. Me ha pasado este enlace mi compañera (sosa caustica) y me ha parecido oportuno agradecer que haya gente que comparte mi horfandad.
"A morte é um processo natural, quase inconsciente. Entrarei no nada e me dissolverei nele"

Manuel

Fer dijo...

Mais teremos a ensoña de Saramago, sempre con nos. As suas ideas, o seu compromiso e a sua loita, nos se poderán esquencer nas baguas, nos lamentos...senon na loita polas suas ideas. Saramago agarimoso, preto das nosas almas. Sempre en Galicia. Adeus.