Muy personal: Felicidad para Júlia

Hoy, día dos de Julio, a las diez y diez de la mañana, se ha cumplido el veintiún aniversario del nacimiento de la Júlia, mi hija. Y ¿que queréis que os diga? Que para escribirlo tengo blog. La folclórica que hay en mi se ha levantado esta mañana muy emocionada, dando manotazos a la prudentísima que también hay en mí y sólo saben ver los muy sagaces.

Me he dejado vencer por el orgullo de ser madre ( como grandiosa parte de la humanidad) en un mundo en retroceso, en un enclave ( a pesar de toute) privilegiado y de una chica lista que se sabe sacar las castañas del fuego.

Hasta los diecinueve años, le hacía regalos de corta y pega; albumenes y cosas muy personales (con materias primas de gran calidad de aquella papelería que tanto nos gusta a las dos y se halla al inicio de la Calle Condal entrando por Laietana, de la que ahora no consigo recordar el nombre) pero el año pasado ya no pude.

No tenía tanta información sobre su vida como para hacerlo.

A diferencia de otra gente de su edad a la que quiero mucho y con quienes hablo de casi todo, con Júlia ( que no es mi amiga) hablo mucho, la quiero incondicionalmente, pero hay muchas cosas que no se de ella ni ella sabe de mí, ni falta que hace. Un pudor y unos límites necesarios.

Lo que mas me llena de orgullo en su veintiún aniversario, es que ya sea capaz de crecer, amar, estudiar, trabajar y vivir sin necesitarme ( muchas veces ni a mi ni a nadie) a su lado. Hablo de una necesidad funcional. Lo emocional es otro tema.

También me agradan montón los momentos de unión y complicidad en los que nos basta sentirnos cerca para saber que piensa la una o la otra, pero lo que mas celebro es su libertad ( en la medida de lo humano en este inhumano mundo) que haga todo lo posible para emanciparse por completo y para vivir su vida sin cargar con mi muermo. El amor y la incondicionalidad, no sólo me los supone, si no que los ha tocado.

Al revés es distinto. Yo tengo su amor y lo tendré mientas viva y hasta después, pero sería muy perverso por mi parte, exigirle incondicionalidad por encima de todo. Esta historia de madres e hijas y de hijos y padres es así desde el principio de los tiempos.

Pero, ay; no soy la madre perfecta. No hace falta. Como tampoco hace falta que ella sea la hija perfecta; que no lo es.

Desde muy niña lo tuvo claro. Le gustaban los zapatos de charol y maquearse como una mona.

No debía tener mas de cinco o seis años cuando me dijo: "¿No pots tenir un amic "normal", un que no sigui "col.lega"...? Siento airearlo, pero me lo dijo después de haber visto una actuación de Albert Plà en la que terminé hablando con Gerard Quintana.

Meses después, en un vuelo del Puente Aéreo, me confesó que le gustaban: "Aquets homes que van tant ben pentinats i parlen per teléfon". A mí me dió un vahído muy grande que sobrepasé como bien pude.

El tiempo ha ido pasando y desde hace años tiene un novio con pinta de "colega", que no de ejecutivo. Un chaval del que me tiene prohibido hablar en este blog; sensible, amable, honesto, simpático y con un discurso demoledor, -por escéptico y totalitario-, del mundo en que vivimos.

El misterio de la vida es muy grande. Y lo de hacer niños y que crezcan y lleguen a opinar y a vivir por su cuenta y riesgo, para mi, es como lo del teléfono. Ya me lo pueden contar, que nunca lo entenderé. Por no hablar del lugar donde descansan los blogs cuando nadie los lee.

Hoy, en este post tan personal, felicito a Júlia por ser una gran mujer, aunque a veces también nos preguntemos ¿Si nos hubiéramos conocido con idéntica edad, tú crees que habríamos sido buenas amigas? Ella tiene claro que sí. Yo me mareo con las hipótesis. Lo único que sé, es que ella, mi hija, la Júlia, es, -de largo-, lo mejor que me ha pasado en esta vida. Brindo por ella.



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Quan llegeixo aquestes coses que les mares guerrilleres i lluitadores feu per els vostres fills/es, se´m posen els pells de punta i nomès puc pensar: tant de bó jo sigui així quan sigui mare.

Una abraçada ben forta Magdareta meva i un petó per la Júlia, que es fruita fresca i hermosa de l´estiu.

Muas!

Àngels Pérez.

Txema Anguera dijo...

Ay !!! que elles van amunt, amunt, amunt, amb una força i una clarividència que ens acollona.I nosaltres anem avall, avall, avall, amb la mateixa sensació, que encara ens acolloneix mès !!!
petons per a les dues.

Anónimo dijo...

preciós

Mariano Muniesa dijo...

Dale un beso de mi parte y felicitala. Que paseis las dos un dia excelente

Anónimo dijo...

" te mama? "

"es guapo?"


Anna Navy es pronuncia jeje

Ana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana dijo...

Hola. Acabo de descubrir tu blog. Me encanta este post. A mi aún me quedan años para que cualquiera de mis tres pitufas me hable 'de mujer a mujer'. Aún así, siendo niñas, ya lo hacen con bastante fundamento. Un saludo desde Toletum.