Todo cuanto sé de una poeta muerta




Hace más o menos un año, subiendo Paseo de Gracia andando, una amiga joven, de esas que viven Barcelona como viven la ciudad según que jóvenes, me preguntaba: “¿Te acuerdas de la Laia?”
Y yo le respondía .Sí, claro ¿ Como no me voy a acordar de la Laia, si nos reímos muy Minelli?.
“Pues, la Patri, -me seguía contando mi amiga, muy angustiada, muy puños apretados -, su compañera de piso, mañana tiene un juicio por algo que no ha hecho.”
Y volvía a refrescarme la memoria: “¿Te acuerdas de lo que ocurrió hace tiempo en la calle Sant Pere Més Baix, cuando le tiraron una maceta a un policía y quedó en estado vegetativo? 
Yo le respondía que si.
Y ella: Pues resulta que el mismo día, lejos de ahí, Patri y un amigo suyo se fueron a dar una vuelta en bici, tuvieron un accidente, llamaron a una ambulancia, los recogieron y les llevaron al mismo hospital donde estaban los detenidos por el tema de la maceta de Sant Pere. Llegó la policía y se llevó al amigo de Patri y luego a ella, que sólo se había hecho unos rasguños y estaba en la sala de espera. Hasta doce horas más tarde, Patri no supo porque estaba detenida. Y mañana, después de tres años,  tiene un juicio por algo que no ha hecho.
La vehemencia de la amiga era grande como su impotencia, contagiosa. Y a mi, -no voy a hacerme la más buena que ninguna a estas alturas-, me asaltó la duda y le dije: Nena, pero lo que me estás diciendo es muy inaudito. Si tiene el testimonio de la ambulancia, la bicicleta y el rasguño ¿Cómo la van a arrestar por hacer algo en un sitio en el que no estaba?.
Mi amiga, me respondió en voz baja, con rabia: “Por las pintas, por tener a alguien a quién cargarle el muerto, por venganza, porque el puto franquismo no acabó con la transición.”
¿Sabes de qué se la acusa? De lanzar una verja a los pies de un policía.
Efectivamente, Patri tenía varios rasguños, su amigo tenía la cadena de la bici grabada en mitad del alma y aún así, tanto el chico cómo ella terminaron en prisión por solo ir en busca de un médico y tener "malas" pintas. El chaval todavía está. Patri se suicidó este fin de semana aprovechando una salida por su régimen de tercer grado.
Tiempo después de esta conversación con la amiga, me llegó información sobre el caso a través de Amnistía Internacional. Amnistía se hacía eco de los maltratos a los jóvenes acusados y de las irregularidades del caso. Huelga decir que me sentí necia. Amnistía Internacional me decía que habían vejado a Patri y a sus colegas de infortunio y , de repente, la conversación de la amiga, tomó mucha mas hondura. Muy deplorable lo mío, pero la protagonista es la Patri. Patricia. No voy a llamarla como lo hacían sus amigos.
Patricia siempre negó los hechos. No sólo los negó, si no que aportó pruebas que los echaban por tierra. Su amigo, que sigue en la cárcel, también. A ella la penaron con un tercer grado. Y se suicidó.
Patricia fue escribiendo en su diario (ver Poeta Muerta de blogspot) algunas de sus experiencias en la cárcel. Se fue viniendo abajo, la injusticia era grande y todo lo que comportaba una pura y dura tragedia. Terrorismo de estado.
El fin de semana pasado se fue de marcha. Nuestra amiga común coincidió con ella en algún local de la ciudad. Al día siguiente, Patricia, se tiró del balcón de su casa. No quería volver a la cárcel. Cómo el estudiante de la canción de María del Mar Bonet, Patricia se lanzó al vacío: ¿Què volen aquesta gent? ¿Què collons volen?
Lo leí en la prensa el día después de la victoria del Barça al Madrid. Qué asco. El diario trataba la noticia con vocación de “cada cual tiene su merecido”. Un entrada chiquita y un titular que rezaba que una de las chicas “antisistema” del caso del local del Ayuntamiento en Sant Pere Mes Baix en el que se habían producido unos hechos que había conducido a un policía al estado vegetativo, se había suicidado. Suerte que se acordaron de decir que ella siempre había negado su participación en los hechos, pero cómo el recurso al Constitucional no le sirvió de nada, seguía estando acusada de un delito que no cometió en un lugar en el que no estaba.
Tantos parados, tanta oferta de ocio, tanto Barça Madrid, tantos articulistas de lujo que no ensucian sus manos en cosas, por las que otrora, dejaron ( y ciertamente, algunos lo dejaron, jirones de piel) Tanta democracia, tanto capitalismo caduco, tanta necedad, tanta literatura, tantas canciones y una poeta muerta. Una poeta suicida, muerta. Una poeta que iba en bicicleta, demasiado vulnerable para andar por el carril asignado que se parapetaba tras unas pintas sospechosas. Una poeta que se trastabilló. Una poeta asesinada. Cómo si Barcelona fuera sobrada de poetas. Como si el mundo en que vivimos,- a quién ni tanta muerte le hace caer la cara de vergüenza pudiera soportar otra más.
Como si el mundo o como si nosotros y de como soportarlo.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

este blog debería llamarse la Krónika de bARCELONA. gRACIAS, AMA!!!

Anónimo dijo...

NI OBLIT NI PERDÓ
UN ASSASSINAT PER PART DE L'ESTAT EN TOTA REGLA.
Quina impotència aquests dies!

Anne Navy