Él: Hopper
Esta es la segunda entrada que escribo en la que hablo en primera personqa por boca de una amiga. La otra se llama "Envidia cochina de una amiga divina" y podéis leerla buscando el nombre de Mishima en el índice de etiquetas y saldrá en pantalla.
"Nena, lo que has escrito en el blog...Si, si, en el de ayer. Lo del día de la madre. Pues no, no me gustado mucho. No, no, yo he dicho “gustado”, “molado” lo dices tú, que a veces parece que no vivas en la realidad. Pues peor para ti si tienes amigos que dicen mogollón, molar y currar, porque entiendo que es una forma de no madurar, una manera de querer frenar el paso del tiempo, de no querer pertenecer a la edad madura, que es lo que te toca. Yo no, quita, quita. A parte de tu, no tengo amigos que hablen en argot. No lo soporto. Y no es por mi educación francesa ¿Gabachismo? Te gusta picarme. Bueno, vale sí, ya dejo de refunfuñar. Tienes razón, soy refunfuñona en exceso. Y como me das margen...
Creo que este es otro de tus grandes problemas, que no sabes poner límites, aunque a veces lo haces a posta. Dejas que las personas vayan hacia su propio limite ¿y luego qué? No sé qué beneficio sacas de ello. Al contrario, a las personas nos gusta reconocer el límite que nos pone el otro. Si tú no pones límites creerán que tú tampoco los tienes. Sí, claro que los tienes. En ocasiones demasiado de piedra, de terruño, muy inamovibles...
Vale, si, me callo. Te decía que ayer leí tu blog y no me acabó de gustar. ¿Crees que hay alguien a quién le interese tu experiencia? Yo pienso que las experiencias de los demás sólo interesan si vienen de una demanda. Lo demás es exposición. Hay quien se exhibe y hay quién se expone. Claro que es notable la diferencia. Tú te expones y comienzas a exhibirte, debes andar con la auto estima baja, porque cuando te conocí no te exhibías nada. Será la edad. Y la crisis. Estás en una fase de poca complejidad, pero la puedes pasar sin problemas. ¿Qué es lo que no me agradó del post de ayer? Mujer, gustarme me gustó. Aparte de los errores ortográficos. Mira que solo debes pasar el corrector. ¿No tiene corrector el blog? Pues antes lo escribes en un archivo normal. Pues claro que hay cosas normales. Yo soy normal. Tu no, tu eres impulsiva al mil por mil y esto te hace ser habitualmente anormal.
Va, es verdad que a lo mejor me paso. Pero deja de reírte mujer. Se oye ruido ¿lavando un cacharro de la cocina? Bueno, pues que sí, que me gustó pero me pareció que al hablar de madres, los que habláis de madres en el día de la madre, no tenéis en cuenta otras realidades entre madres e hijos. O hijas. No, no es lo mismo que hablar de la mala música el día de la música. Todo es música, incluso la mala. Y las madres igual. Buenas o malas, son madres.
Ya sabes mi realidad con el tema. Mi madre no fue nunca una persona a quién se pudiera amar. Ni cómo madre ni cómo persona. ¿Qué me dices de eso? Bueno, quizás no es una excusa, o no debería serlo, pero es un dolor y por tanto es también una razón. La mía y la de muchas más personas. No, nena, no es necesario que me dediques las entradas del blog, solo que estoy harta de que no se hable de esto. De hijas e hijos que tuvimos madres que no estaban hechas para amar. También es una realidad. Bueno, vale, no te pongas así, ya sé que no eres un sacerdote de blog spot, pero te lo tenía que decir. Si, ya he cortado con Pablo ¿Buen tío? No se trata de ser buen o mal tío. A veces eres de un plano...
Claro que tengo respuesta para todo. Si tú no la tienes es porque no quieres. Responder es lo más fácil. ¿Cómo me iba a quedar con Pablo? ¿No veías que babeaba cuando me miraba? Necesito a alguien más fuerte a mi lado. ¿María Zambrano escribió un ensayo que se llama “Cuando la baba es fortaleza”? No me tomes el pelo. Si, lo de siempre, antes de que me dejen, los planto. Conozco perfectamente el mecanismo. Pablo no paraba de hablar de amor. Un día me desperté cruzada y pensé ¿Qué sabe este tío de amor? Y lo mandé al carajo. Ya, si mi madre, que venía a representar el amor absoluto, no me quiso ¿quién puede darme amor? Este es el enunciado fácil. Las palabras engañan siempre y cuando te quieras dejar engañar por ellas. A mi ya no me engaña nada. Bueno, pues es tu problema. Yo no me dejo engañar. ¿Sentimiento de culpa? Esto es decimonónico. Para ti y para los rockeros que vais pegando patadas a las basuras a lo mejor no ¿Nunca has pateado una bolsa de basura? No me lo creo. Ah, la imagen es la que te haces. Si, tienes imagen de patear bolsas de basura. Por tener tienes imagen de poder hacer cualquier cosa mala. No, de matar, no. Para eso hay que tener maldad y tú eres inofensiva. ¿Envidia? ¿Qué envidia voy a sentir? Ya me dejaste de envidiosa en otra entrada y me resbala. ¿Resbalar es argot? Mira, pues de todo se aprende. Sí, por la noche me llamó y me dijo que me quería mucho. Lloré hasta el hipo. Es un gran hombre. ¿Hombrecito? No, no, es un hombre. Ya ha cumplido dieciocho. Si, está muy bien viviendo con su padre. Para mí mejor, así puedo trabajar más horas. Ah y bueno, si me quieres acompañar a la operación, ven. Por mi no lo hagas, yo voy sola. Piensa que sólo es anestesia local. En el pie, claro ¿Donde va a ser si tengo el tumor en el pie?
No, va ven, no te mosquees. ¿Mosque es también es argot? A veces me confundo con las cosas que dice mi hijo, pero no me agrada hablar así, no. ¿Tanto rato hablando y no me dices que estás con fiebre? Ahora mismo bajo. Tengo de todo, equinácea, caldo reparador congelado y unos cataplasmas naturales ¿Vicks Vaporub? ¿Tu hija? No, mujer, ya bajo yo y te lo hago. Tu hija no tiene porque cargar tus mocos. Mira que eres burra, no decírmelo antes. No, guapa, esto es solidaridad fraterna y punto. ¿No harías lo mismo por mí? ¿Cómo que no lo sabes? ¿Ves? Esto tampoco me agrada de ti, te haces la dura y no hay dureza ninguna. Te tengo calada. Pues claro que lo harías, anda que si no te iba a aguantar durante tantos años...”
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